Jonny y Vane
Jonny y Vane eran dos
hermanos de quince años que vivían en una chabola de las Tres mil viviendas con
sus padres. Ellos se pasaban el día en la calle molestando a los vecinos
haciendo pintadas... Un día de esos, Jonny y Vane se encontraron una moneda de
dos euros en el suelo y decidieron ir al kiosco “Er Simeón” para comprar unos
caramelos. Justo al terminar la compra pasaron por un callejón muy chungo donde
un hombre encapuchado les cogió por detrás, les tapo la boca con un esparadrapo
haciéndoles caminar durante un largo tiempo. Pero ellos, aunque no iban al
instituto, eran muy listos y cada cierto tiempo soltaban un caramelo sin que el
hombre encapuchado se diera cuenta, para mas tarde si lograban escapar, poder
volver.
Después de una hora más
o menos de viaje a pie les destaparon los ojos y vieron una enorme casa hecha
únicamente de aparatos electrónicos como: televisores, ordenadores, Ipods,
consolas... Entonces entraron en la casa y los encerraron en un cuarto donde no
había nada, ni un simple colchón para dormir.
Pasaban las horas y los
hermanos cada vez tenían más hambre, entonces el hombre encapuchado entró en el
cuarto quitándose la capucha, les dijo que bajaran a comer, y los niños
bajaron disparados hacia la cocina. Para almorzar había lentejas, aunque a
ellos no les encantaban las lentejas se las comieron todas del hambre que
tenían. Al terminar de comer el hombre les puso a trabajar, al niño quitando
las malas hierbas del patio y a la niña limpiando toda la casa. Al acabar el
día los hermanos estaban muy cansados, así que cuando terminaron de cenar
cayeron derrumbados en el suelo de su cuarto.
Al día siguiente
pensaron un plan para escapar, que consistía en que Vane, cuando estuviera
limpiando, simularía que se torcía un tobillo, entonces el hombre se acercaría a
ella para ayudarla, en ese momento Jonny sigilosamente le atizaría con el portátil que
había sobre la mesa, con esto lo dejarían inconsciente para después saltar por
encima de la pared del patio. A la mañana siguiente se despertaron, desayunaron
y se pusieron a realizar su trabajo. Tras quince minutos limpiando, la niña
comenzó el plan haciéndole a su hermano un gesto para que se preparara para
atizar rápidamente al hombre. Luego se tiró al suelo y empezó a chillar como una
loca, el hombre llegó rápidamente tal como habían planeado. El niño cogió el
portátil, le dio una buena castaña al hombre que se desplomó en el suelo y
salieron corriendo, pero Vane resbaló con una pastilla de jabón cuando el
hombre le cogió una pierna, sin embargo Jonny actuó rápido cogiendo un hacha
que el mismo había dejado a propósito debajo de la mesa tras las tareas del día
anterior y le cortó el brazo al hombre.
Los niños treparon por
una pared del patio aunque no sin antes coger todos los aparatos electrónicos
que pudieron. Dejaron al hombre
retorciéndose de dolor y desangrándose. Entonces los hermanos vieron que no
estaban los caramelos que soltaron para volver, supusieron que se lo habrían
comido los animales. Caminaron sin rumbo durante un largo tiempo, cuando
encontraron una cueva llena de dinero, Jonny tapó la entrada de la
cueva con muchas piedras y depositó los aparatos que llevaban cargando durante
horas en su interior junto a las montañas de dinero. Así que caminaron hacia su
casa. Extrañamente llegaron a su casa, sus padres les riñeron mucho por haber
desaparecido, pero los niños le explicaron lo sucedido y le dieron esa
buenísima noticias. Los condujeron hasta la cueva, pero por culpa de las ondas
magnéticas que emitían aquellos aparatos un oso pardo molesto por el ruido
encontró la cueva y se los comió a todos.
ANDREA BONILLA, FRANCISCO MUÑOZ, ANDREA RODRÍGUEZ, NICOLÁS SÁEZ
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