Guitarrista, Juan Soriano (1963) |
-¿Qué es eso que suena? ¿Qué viene por allí? - Decían los
mendigos de la calle Sierpes. Asombrados, todos se pusieron de pie para
escuchar la bella melodía de una guitarra bien templada.
No pasó mucho tiempo hasta que sus preguntas se resolvieran.
Por la revirá de la calle Sierpes un viejo pero muy apuesto guitarrista iba
tocando su guitarra, detrás un grupo de gente desfavorecida le seguía. Los
otros mendigos no tardaron mucho en incorporarse a su marcha, al igual que
ellos yo, también tarde poco en informarme de lo que pasaba.
Se trataba de que el Señor Alcalde le había dicho que si
quitaba a los pedigüeños de Sevilla para
que la ciudad tuviera mayor esplendor, él le daría un trabajo para él o para
dárselo a algún amigo.
Al buen hombre no le costaba nada ir tocando su guitarra
por toda la ciudad; desde Triana a la Macarena, desde la Cartuja a Santa Cruz,
así una a una fue recorriendo las calles más importantes de la ciudad. Yo como
no tenía nada que hacer le seguí.
Cada mendigo al verse atrapado por su bella música le seguía.
Con este simple paso reunió a más de cien y se los llevó a las afueras de la
ciudad, concretamente a Nervión. Allí el buen hombre llamó al Alcalde y le
informó de todo, este le dijo que muchas gracias, también le dijo que tenían
que pasar dos años hasta que le dieran el trabajo. El guitarrista era viejo
pero no tonto, bien sabía que le había mentido.
No tuvo más remedio que llevarse a todas las personas
pobres a un bar, allí le invitó a cada uno a una copa. Al hombre se le ocurrió
una idea, como tenía mucho dinero y nadie para heredar decidió darle una
porción de sus riquezas a cada uno. Los mendigos al escuchar esta noticia
empezaron a bailar y cantar, bien sabían que ese buen hombre les había cambiado
la vida para siempre. Desde ese momento todas esas personas presentes llevan en
un hueco de su corazón al guitarrista de Sevilla.
SARA MUÑOZ, MARÍA ROMERO, CARLOS RUIZ, ANTONIO TELLO
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