Al fondo contemplamos unos acantilados en los que crece la hierba, y sobre todo el musgo, no como en los acantilados de los desiertos, que son seco y áridos. Cuando nos acercamos hay plantas, sobre todo árboles de distintos tonos verdosos.
A la derecha se encuentran unas pequeñas cataratas resguardadas por las sombras de unas ramas. Sus aguas desembocan en un lago critalino, sobre el que flotan nenúfares y pétalos de flores. Para cruzar de un lado a otro hay un fino puente de madera.
El agua del lago es tan clara porque no parece que sea un lugar al que el hombre vaya con frecuencia y lo arrase todo con su paso. Más bien parece un lugar alejado del mundo, como un santuario de paz en el que poder esconderse de los pensamientos ajernos y de los nuestros porpios.
Además, no parece ser un lugar ni muy frío ni muy cálido, pues el agua del lago, regulando la temperatura, y las numerosas sombras de los árboles, me dan la sensación de una temperatura muy estable, con suaves brisas.
Al ver esta imagen, me encantaría poder estar en este lugar. Daría lo que fuera por bañarme en esas aguas purificantes, olvidarme de todo y sentarme a contemplar las nubes. Este lugar es, en mi opinión, el SPA que la madre naturaleza nos brinda a sus hijos para descansar de las preocupaciones por las que tienen que luchar en la vida.
ANA CASADO SÁNCHEZ
La imagen presenta el paisaje urbano de una de las ciudades europeas más conocidas del mundo. Claramente podemos ver que es Londres, porque la imagen muestra el Big Ben, el Parlamento Británico y los autobuses rojos de dos pisos típicos de la ciudad.
El Big Ben es una torre que tiene el reloj de cuatro caras más grande del mundo y es la tercera torre con reloj más alta del mundo. El Parlamento Británico está situado a la izquierda de la imagen, destaca por sus cuatro torres y fue construido en el año 1800.
Es una imagen en perspectiva con líneas diagonales que conducen a un punto de fuga. Es una fotografía en movimiento con automóviles conduciendo por una calzada. Esta posee un carril de bicicletas a la derecha.
Tiene mucha luz y es una foto tomada por la mañana, con un tiempo agradable, algo poco habitual en esta ciudad. El cielo es azul con algunas nubes blancas sueltas. Destacan bastante los edificios y los autobuses rojos, todos ellos iluminados por la luz del sol.
El reloj del Big Ben marca las diez menos veinte. Esta pista nos acerca más al momento en el que está sacada la foto. El Parlamento tiene la bandera de Inglaterra. En la imagen aparece bastante pequeña pero se puede distinguir. Podemos ver que a la derecha de la imagen, a lo lejos, viene otro autobús de dos plantas rojo.
Es un paisaje hermoso y me ha llamado mucho la atención los colores y el brillo que hay él.
El paisaje de esta fotografía es la de una playa con forma de bahía. La arena es tan fina y blanca que parece que ha caído sobre ella una pequeña capa de nieve. A lo largo de toda la costa aparecen varias zonas con rocas de distintos tamaños. El agua del mar es cristalina y tiene un color azul claro, parecido al color del cielo. El día está despejado, solo hay una leve bruma que no ha impedido que salga el sol. Al fondo vemos dos bloques de apartamentos muy altos, el más grande de color amarillo y el otro de color blanco . Debajo de estos edificios hay un jardín con abundantes palmeras, situadastodas ellas en línea recta, y varias sombrillas rústicas, hechas de madera y caña. Más abajo, adentrándose en el mar, se aprecia un pequeño embarcadero. A la izquierda de la imagen hay otros dos edificios de menor altura. Al igual que en los dos anteriores, se observan jardines y grandes sombrillas del mismo tipo. El estilo con el que están construidos estos edificios es el típico de hoteles o de apartamentos turísticos que encontramos en cualquier playa.
La foto transmite tranquilidad y nos hace recordar las vacaciones. La playa es acogedora porque no está abarrotada de gente y, además, por su peculiar forma, podemos verla en toda su extensión. Se puede intuir que es un día de verano caluroso y que la temperatura del agua debe ser cálida porque muchas personas están bañándose en el mar, otras están tomando el sol y también, hay niños jugando en la arena.
LAURA ROMERO PIÑEIRO
El
Instituto Cavaleri es un edificio situado en la calle Olimpo de
Mairena del Aljarafe. Está rodeado por un muro de ladrillos rojizos
y una verja roja, dentro de esta verja se encuentra la entrada del
instituto con varios tramos de escaleras que hacen la subida más
cómoda, así como una rampa de acceso para minusválidos o
bicicletas. En los laterales de esta entrada se encuentra una zona
ajardinada con árboles que dan sombra en verano, a la derecha se
encuentra un parking para coches y otro para las bicicletas.
El
edificio está construido del mismo tipo de ladrillos que el muro del
exterior. Su estructura rectangular presenta una fachada principal
con multitud de ventanas metálicas que aportan luz a las aulas del
interior.
Entrando por una
puerta de hierro roja se accede al interior, donde observamos que la
decoración es simple, con azulejos rojos en el suelo y blancos en
las paredes. Se sitúa a la derecha la conserjería, la biblioteca y
una largo pasillo con escaleras y ascensor para llegar a la segunda y
la tercera planta. A la izquierda se encuentra un extenso pasillo
iluminado por fluorescentes, a ambos lados se hallan las aulas, y al
fondo otra escalera que lleva también hasta las plantas superiores.
Paralelo
a la puerta principal se encuentra un espacioso recibidor con
asientos, tablón de anuncios y dos puertas, una da acceso a la sala
de profesores y la dirección, y a través de otra se accede al
patio, en parte protegido por una valla de columnas circulares
granates que va desde la puerta de entrada al patio y los servicios
hasta las escaleras de hormigón grisáceo por las que se accede a
dos pistas rectangulares de fútbol y baloncesto, a su vez protegidas
por una verde y extensa verja de casi cuatro metros de alto. El patio
se divide en tres espacios, por una lado las pistas deportivas, por
otro una gran extensión de tierra con olivos que se encuentra en el
interior de la verja que limita con el parque Cavaleri y, por último,
unas gradas de hormigón en forma semicircular situadas en frente del
aparcamiento de coches.
La
primera impresión al llegar a este centro fue confusa ya que todos
los pasillos y aulas eran idénticas, lo cual le daba una aspecto
laberíntico y poco acogedor como si fuera una cárcel, ahora mi
impresión ha cambiado puesto que las horas que he vivido allí hacen
que lo acepte y me habitúe a sus instalaciones como un lugar
familiar.
ANDREA PÉREZ RODRÍGUEZ
Mi imagen muestra el
atardecer en una gran ciudad. Lo primero que podemos observar es que la ciudad
está a orillas del mar y en ella se encuentra un gran paseo marítimo. A la
izquierda hay varios barcos anclados en el puerto y a la derecha
encontramos algunas naves y
almacenes. En el reflejo del agua
podemos ver distintas luces que provienen de los edificios de la ciudad y las
luces del puerto .Es un paisaje muy bonito que ojalá todo el mundo pudiera ver.
Justo detrás del puerto se encuentra una
primera línea de edificios no muy altos que al parecer son oficinas.
Detrás de estos encontramos otros
edificios y construcciones cada vez más altas.
Por último podemos ver algunos rascacielos muy iluminados. En el centro
de la imagen , sobresaliendo entre todos , encontramos una torre cuyas luces la
iluminan como si fueran estrellas. Estas luces dan un tono azulado a la torre y,
en el extremo vemos un piloto rojo, ya que la torre es muy alta tiene que
tenerlo para que los aviones, helicópteros y otros vehículos puedan verla. Todos los edificios de la ciudad parecen
pequeños soles puesto que desprenden mucha luz en la noche, la mayoría de los
edificios tienen forma rectangular aunque hay excepciones, todos ellos son obra
de la ingeniería y la arquitectura, me encantaría algún día poder crear o
diseñar un edificio como estos. En medio de la torre podemos ver que hay un
espacio más ancho en el que estarán los trabajadores y personas que haya en
ella. Podemos ver que a medida que sube la torre se va haciendo más pequeña. Me
gustaría poder subir a lo alto de ella para saber lo que se siente. Detrás de todos los edificios, en el
horizonte, podemos ver las nubes que tienen el tono azulado y rojo, mezcla de
las luces de los edificios y los últimos rayos de luz que llegan.
Me gustaría algún día
poder viajar a alguna gran ciudad como esta, por ejemplo, a la Gran Manzana, en
mi opinión una de las mejores ciudades del mundo, o a Londres.
DANIEL SUERO ABREU
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